
A partir de 1808, la intervención de los ingleses en la Península a inicial petición de los patriotas españoles, ha de entenderse en el marco de la guerra comercial continental entre las dos grandes potencias del momento. La calamitosa campaña de Napoleón en 1812 suponía el principio del fin para el imperio francés. Por el sur continental, Wellington no tardaría en expulsar a los franceses de España. Beethoven componía entonces su Opus 91, anuncio de la inminente caída del emperador. En efecto, con Francia invadida por todos lados, Napoleón no tendría más remedio que capitular frente a la enésima Gran coalición europea.
Menos "heroico", aunque más lúdico y cercano (no obstante apasionado), es este Rondo y Allegro de su concierto para piano No.3 in C minor Op.37 III, una de mis obras preferidas de Beethoven.
ResponderEliminarhttps://youtu.be/Bj2ZhHdDpTk
Saludos, Alex, y gracias por esta entrada que tantos recuerdos me ha suscitado.