Azaña; reflexiones republicanas: El credo conservador
"Un
partido conservador forma un credo político –si a esto se le puede llamar
credo– con negaciones. Su táctica es la resistencia pasiva, y su base una
aglomeración de intereses no sólo históricos sino actuales, formados por la
preponderancia económica. Estos intereses son una fuerza, porque existen
realmente, pero son una fuerza que es preciso combatir, porque encastillados en
un poderío económico se oponen por sistema a los avances del progreso. El
partido conservador español, además, junto a las características de los
partidos conservadores de todas partes, tiene otros rasgos que le son propios y
que le rebajan aún más a nuestros ojos (...) Se ha significado por su falta de
respeto a la vida humana. La espada y el fusil han sido sus instrumentos de gobierno,
confundiendo la dignidad del Poder público con la matonería, y olvidando que el
orden no se impone a cañonazos, sino con el prestigio y la autoridad
moral"
"Un
partido conservador forma un credo político –si a esto se le puede llamar
credo– con negaciones. Su táctica es la resistencia pasiva, y su base una
aglomeración de intereses no sólo históricos sino actuales, formados por la
preponderancia económica. Estos intereses son una fuerza, porque existen
realmente, pero son una fuerza que es preciso combatir, porque encastillados en
un poderío económico se oponen por sistema a los avances del progreso. El
partido conservador español, además, junto a las características de los
partidos conservadores de todas partes, tiene otros rasgos que le son propios y
que le rebajan aún más a nuestros ojos (...) Se ha significado por su falta de
respeto a la vida humana. La espada y el fusil han sido sus instrumentos de gobierno,
confundiendo la dignidad del Poder público con la matonería, y olvidando que el
orden no se impone a cañonazos, sino con el prestigio y la autoridad
moral"
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