El estallido de la ira iconoclasta parece
inminente. Montigny y Bergues viajan también a Madrid. Último cartucho. Antes, Egmont ya se había trasladado hasta la capital transmitiendo al rey católico lo delicado de la situación. Ante su leal
servidor, el rey aparentó comprensión y compromiso. Egmont regresó confiado en
un giro del gobierno. Incrédulo contemplaría a su regreso la reanudación de las
ejecuciones.
Ahora es Montigny quien comprueba en persona el inmovilismo del rey católico. Montigny le expresa sin ambages su disgusto al rey. Trasladarse hasta la corte sería lo último que haría. También Bergues. En Flandes estallan las revueltas.
A finales de agosto de 1567 los primeros Tercios de Alba hacen su entrada en Bruselas. Margarita cesa en sus funciones y el duque quien se hace con todo el poder. Egmont y Horn, los antiguos compañeros del emperador, si bien descontentos por los nuevos decretos y contrarios al terror católico, albergan aún esperanzas de poder reconducir la situación. Después de un mes de aparente calma, toda la nobleza autóctona es encarcelada. El tribunal de la Sangre o de los Tumultos regresaba a su actividad. Alba había llegado con instrucciones precisas de Felipe: todos debían ser ejecutados. La región más próspera del mundo está a punto de convertirse en un campo de batalla que va a prolongarse durante cuarenta años.
Ahora es Montigny quien comprueba en persona el inmovilismo del rey católico. Montigny le expresa sin ambages su disgusto al rey. Trasladarse hasta la corte sería lo último que haría. También Bergues. En Flandes estallan las revueltas.
A finales de agosto de 1567 los primeros Tercios de Alba hacen su entrada en Bruselas. Margarita cesa en sus funciones y el duque quien se hace con todo el poder. Egmont y Horn, los antiguos compañeros del emperador, si bien descontentos por los nuevos decretos y contrarios al terror católico, albergan aún esperanzas de poder reconducir la situación. Después de un mes de aparente calma, toda la nobleza autóctona es encarcelada. El tribunal de la Sangre o de los Tumultos regresaba a su actividad. Alba había llegado con instrucciones precisas de Felipe: todos debían ser ejecutados. La región más próspera del mundo está a punto de convertirse en un campo de batalla que va a prolongarse durante cuarenta años.
Se despliega un terror indiscriminado contra
una sociedad tolerante y plural que lejos de lo que se piensa en la Península
ya no puede morir. El 5 de junio de 1568, hasta
los victoriosos compañeros de fatigas de Carlos, Lamoral de Egmont y Felipe de
Montmorency –hombres a los que el emperador y su hijo todo les debían–, eran
degollados en la Grand Place quedando sus cabezas expuestas en el cadalso.
Con la llegada de Alba, Guillermo, único miembro de la alta nobleza que –suscribiendo la Moderación–, había traicionado al rey católico, decidió alejarse hasta la frontera. En tierras alemanas, Orange no da crédito a las noticias que le llegan respecto a sus desdichados amigos.
Con la llegada de Alba, Guillermo, único miembro de la alta nobleza que –suscribiendo la Moderación–, había traicionado al rey católico, decidió alejarse hasta la frontera. En tierras alemanas, Orange no da crédito a las noticias que le llegan respecto a sus desdichados amigos.
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