Alejandro
Torrús / Público.es
El economista, diplomático e historiador Ángel Viñas (Madrid, 1941) vuelve a las librerías. Este martes sale a la venta ¿Quién quiso la Guerra Civil? Historia de una conspiración (Crítica), una obra en la que explica cómo se fraguó el golpe de Estado del 18 de julio de 1936, las conspiraciones de los monárquicos para acabar con la República desde el mismo 14 de abril de 1931 y los contactos casi continuos que los partidarios de la Monarquía mantuvieron con la Italia de Benito Mussolini para derrocar al régimen republicano. El objetivo era instaurar en España un régimen similar a la dictadura de Primo de Rivera con retoques de corte fascista.
Pero
el plan saltó por los aires. El general Sanjurjo, que debía ser el primer jefe
de Estado, murió en un accidente aéreo en los primeros días de la sublevación y
Calvo Sotelo, llamado a ser el jefe político, fue asesinado días antes de la
sublevación. En estas circunstancias, Franco se hizo cargo de la situación, más
por azar que por predestinación, y traicionó a los monárquicos, que habían
conseguido lo más difícil: asegurar el apoyo de la Italia fascista a través de
aviones modernos de guerra que permitían, a ojos de los partidarios alfonsinos,
una victoria rápida en una guerra que preveían corta.
"El golpe lo predicaron los monárquicos sobre la base de una sustancial connivencia con la potencia más próxima a las derechas radicalizadas de la época (Italia). No se trató de lanzarse a un movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado operativamente por el fascismo italiano", escribe Viñas, que ya demostró, documentos en mano, cómo los monárquicos habían decidido ya en 1935 sublevarse si las izquierdas regresaban al poder y, además, lo harían con el apoyo del régimen fascista.
"El golpe lo predicaron los monárquicos sobre la base de una sustancial connivencia con la potencia más próxima a las derechas radicalizadas de la época (Italia). No se trató de lanzarse a un movimiento nacional, sino a un movimiento apoyado operativamente por el fascismo italiano", escribe Viñas, que ya demostró, documentos en mano, cómo los monárquicos habían decidido ya en 1935 sublevarse si las izquierdas regresaban al poder y, además, lo harían con el apoyo del régimen fascista.
Usted pone mucho énfasis en destacar que el golpe de Estado del 18 de julio no fue solo militar, que tuvo una trama civil muy importante. En la obra que acaba de publicar se pregunta en el mismo título que quién quiso la Guerra Civil. ¿Podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que quienes más hicieron por el golpe y la posterior guerra fueron los monárquicos?
¡Sin lugar a dudas! Fueron los monárquicos. Pero esto no es nuevo. Los monárquicos alfonsinos no quisieron la República y lucharon contra ella desde su primer día. Sin embargo, muchos historiadores han reducido el papel de los monárquicos a meros agitadores poniendo como ejemplos los discursos de Calvo Sotelo o de Acción Española. Se les ha descrito como los creadores de un estado de opinión contrario a la II República. Y esta era la idea que yo tenía en un inicio. Pero no es así.
En
2013 ya descubrí, y así lo publiqué, los contratos por lo que los monárquicos
compraban aviones de guerra a la Italia fascista, por lo que eran más que
simples agitadores. En esta obra doy muchos más detalles de cómo los
monárquicos estuvieron en contacto con los fascistas y ya es evidente que el
golpe de Estado del 18 de julio fue debido a una conspiración militar, pero
también a una conspiración civil. Desde el año 1933 y 1934 los monárquicos
empiezan a agitar al Ejército y a contactar con los italianos. Hasta ahora se
mantenían dudas sobre hasta qué punto Calvo Sotelo había estado implicado en el
golpe o no. Pero ahora ya no hay dudas del papel tan importante que jugaron. El
golpe fue instigado por los monárquicos en connivencia con la Italia fascista.
Usted afirma que en 1935 los
monárquicos ya tenían claro que si las izquierdas regresaban al poder [tal y
como se produjo en las elecciones de febrero de 1936] protagonizarían una
sublevación.
Lo
tenían claro desde antes. Pero en esa fecha, Goicoechea, jefe nominal de
Renovación Española [partido monárquico de la época liderado por Calvo Sotelo],
se lo transmitió a Mussolini, dictador fascista de Italia. Eso es un salto
cualitativo muy importante. Ya se habían visto en marzo del 34 y en febrero del
35, pero yo no he podido encontrar rastro de lo que hablaron en esas
entrevistas. Es evidente que en los archivos de Roma han desaparecido papeles.
Por ejemplo, el 31 de marzo de 1934 hubo un acuerdo entre monárquicos y la
Italia fascista. ¿Sabes dónde estaba el documento italiano que lo prueba? No
estaba ni en los archivos romanos ni en la secretaría del Duce. Estaba en la
caja fuerte de un banco italiano. Es decir, supongo que Mussolini no estaba
dispuesto a que mucha gente conociera lo que estaba haciendo ya que era una
agresión a estado soberano, como España. Ni siquiera sus propios funcionarios.
Lo
que sí se conserva es la documentación que hicieron los funcionarios italianos
para preparar la entrevista entre Goicoechea y Mussolini. En esa documentación
aparecen los antecedentes. Ese dossier se conserva y es fundamental.
Entonces se acaba el mito de
que la Guerra Civil se explica únicamente por factores o vericuetos de la
política interna de España. El apoyo de Italia es decisivo para el inicio de la
misma.
Esa
posición está completamente desacreditado y, además, lo hemos desacreditado con
documentos de la época. Mussolini se comprometió con los monárquicos a entregar
aviones a los conspiradores. Aviones de guerra. Esto es importante para la
historia de España, pero también para la de Italia. Se ha escrito mucho sobre
si Mussolini tenía interés o no en participar de un golpe en España. Pues bien,
Mussolini está dispuesto a intervenir en España desde, al menos, 1934. Este
descubrimiento sitúa a España dentro de la línea de agresiones de la Italia de
Mussolini. Empezó por Abisinia (Etiopía) y continuó por España, Albania y
Grecia. El objetivo de Mussolini era dominar el Mediterráneo occidental y su
gran pieza en su política internacional, por tanto, no es Abisinia. Es España.
¿Y el motivo? ¿Eran las
reformas de la República o como dice usted para los monárquicos la proclamación
de la República ya era en sí mismo un motivo para el golpe?
La
proclamación de la República era suficiente. Los monárquicos equipararon
República a Revolución. Desde el principio, declaran la guerra a la República.
Aunque una cosa es declarar la guerra retóricamente y otra cosa es hacer la
guerra. Eso necesita preparación y esta es la conspiración que ponen en marcha.
En 1934 ya hay un acuerdo con Italia para actuar en contra de la República. Ese
acuerdo ha sido despreciado. Stanley G. Payne ni lo cita. El hagiógrafo de
Calvo Sotelo solo le dedica un párrafo. Para mí, es el elemento clave.
"Mussolini se comprometió
con los monárquicos a entregar aviones a los conspiradores. Aviones de
guerra"
Honestamente,
yo creo que, y advierto de que lo que voy a decir es una machada, los
monárquicos hubiesen estado en contra de la República incluso aunque esta no
hubiese emprendido las reformas que emprendió, como la reforma agraria, la
militar o las reformas sociales. No obstante, eso solo lo pueden aclarar los
papeles de la Corona.
¿Qué planes tienen para España
estos monárquicos?
Tenían
un plan muy claro y nadie lo había conseguido demostrar con documentación de la
época. Yo sí. Los conspiradores querían volver a una dictadura militar como la
de Primo de Rivera, pero con toques fascistas. El plan pasaba, en caso de
triunfar, por poner a Sanjurjo como jefe del Estado de manera temporal y a
Calvo Sotelo como jefe de un directorio cívico-militar que dirigiría el
gobierno. ¿Para qué? Para una restauración monárquica en el momento dado. ¿Qué
significa esto en las condiciones de los años 30? Que los monárquicos buscaban
la ayuda fascista porque aspiraban a un tipo de sistema parecido al italiano,
donde estaba el rey, Victor Manuel II, y el Duce, que era un civil, aunque
hubiese luchado en la I Guerra Mundial. Recuerda que el Duce era un periodista.
Esto explica por qué los monárquicos se volcaron con Italia y no con Alemania.
Tras
esta supuesta restauración monárquica, ¿quién hubiese sido el rey?
No
se llegó a decidir. Había gente que pensaba que Alfonso XIII, otros en su hijo
Juan, pero no se había llegado a decir abiertamente. Sí se sabe que se llegó a
plantear a Alfonso XIII que depositara sus derechos a la Corona en manos de su
hijo Juan, y que esta propuesta fue rechazada.
¿Qué papel jugó Alfonso XIII
en esta conspiración?
¡Ah!
Esa es una de las grandes cuestiones. Yo no he encontrado un papel de evidencia
directa primaria que demuestre que Alfonso XIII estaba al corriente de los
planes de sublevación. En 1932 sí que da el visto bueno a recaudar fondos para
este propósito. Pero, después, ¿estaba al corriente de los avatares de la
sublevación? Yo, personalmente, creo que es imposible que no supiera nada. Hay
un informe de la Policía política italiana que se hace eco de una reunión que
Alfonso XIII mantiene con Sanjurjo en Montecarlo en la primavera de 1936. ¿Para
qué diablos se reúnen los monárquicos con su majestad en Montecarlo? Este
informe es de la Policía política del Duce, que puede estar equivocado, pero es
lo que tenemos.
"Los conspiradores monárquicos querían volver a una dictadura
militar como la de Primo de Rivera, pero con toques fascistas"
Sí
que sabemos que poco después del golpe de Estado, creo que el mismo 19 de
julio, Alfonso XIII escribió a Mussolini. Durante un tiempo creí que los
monárquicos le habrían mantenido alejado de los detalles, pero no hay razón o
evidencia para pensar que eso fuera así. Por eso digo al final que solo los archivos
de la Corona, si es que existen, pueden explicar esto. Hay lagunas.
Sin embargo, el plan de los
monárquicos se viene abajo a las primeras de cambio...
Sí.
A Calvo Sotelo le pegan dos tiros y a Sanjurjo lo estrellan en un avión. El
plan podría haber sobrevivido si hubiese triunfado. A Calvo Sotelo se le podía
sustituir. Pero Sanjurjo era insustituible. Era la pieza fundamental.
En estos planes no aparece por
ningún lado la figura del general Franco.
Exacto.
El general Franco tenía una misión específica. Que era sublevar a la guarnición
de Canarias, ponerse al frente del ejército de África y seguir las pautas que
había escrito Mola en sus instrucciones en el mes de junio.
De
hecho, Franco no desempeña un papel activo en la conspiración. El monárquico
Pedro Sainz Rodríguez dijo en sus memorias que Sanjurjo hizo una especie de encuesta entre los generales del
Ejército para ver qué querían después del golpe. Y decía que Franco quería ser
nombrado Alto Comisario de España en Marruecos. ¿Es verosímil? Sí. ¿Es verdad?
No lo sabemos.
Sí
sabemos, por contra, que Franco reescribió la historia completamente una vez
llegó al poder. La dictadura franquista tuvo desde sus primeros momentos la
idea de mantener una determinada versión de lo ocurrido. Esa versión,
prácticamente, se mantiene hasta hoy con los cambios que han sido necesarios
para su permanencia. Pero es todo falso. Los mitos del franquismo son falsos.
Están montados sobre una base falsa.
¿Traicionó Franco a los
monárquicos?
Por
supuesto. Y Pedro Sainz Rodríguez es consciente de la traición. Hay papeles
carlistas y monárquicos que demuestran que había sectores de ambos lados que se
sentían profundamente decepcionados y traicionados. No se habían sublevado para
poner a Franco en el poder. Pero todo ese malestar no lleva a nada. Ya en el
40, los monárquicos hacen un balance de la situación a los ingleses y ponen a
parir a Franco. Incluían errores de bulto para destruir la imagen de Franco.
Ese documento permite ver el cabreo que tienen. Se sienten traicionados.
También escribe que Falange,
que después sería el partido único, en los planes iniciales de los monárquicos
solo tenía un papel reservado: el de pistoleros. No había lugar para ellos.
Pistoleros.
Eso es. Ese era su papel para los monárquicos. Nada más. Nadie pensaba, en los
círculos monárquicos, que Falange tendría la influencia que poco después tuvo.
Eso sí, en ausencia de Sanjurjo.
Hay una frase que me llama la
atención. Usted dice, al final de su obra, que la primera causa del golpe de
Estado es que los monárquicos consideraban que España era suya, que aquí
mandaban ellos, y que no iban a compartir el poder con nadie más.
Por
supuesto. Así es. Algunos historiadores califican a los monárquicos como
contrarrevolucionarios. Pero no es cierto. Eran reaccionarios. Gente que quería
volver a la situación anterior. Volver a la dictadura primorriverista con los
retoques fascistas necesarios. El informe que los monárquicos elevan a los
ingleses, del que hemos hablado antes, se nota que son reaccionarios en estado
puro. Que España era suya y lo había sido siempre. La República era como una
arruga en la historia de España.
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