La Iglesia se ha convertido en una multinacional del
negocio inmobiliario, así como en un lobby empresarial, que sólo busca leyes
que le sean favorables a sus negocios, tales como no tener que pagar impuestos
como todos los mortales estamos haciendo.
No quiero hablar del Banco Ambrosiano, ni de la Banca
Vaticana, ni de la pederastia ni de los oscuros negocios vaticanos. Solo de la
iglesia española. Es curioso ver cómo el Papa habla de la pobreza, mientras que
los que le rodean hablan de negocios. Estas son las contradicciones de una
Iglesia que ha dejado de ser un referente moral, si alguna vez lo fue, para
convertirse en una multinacional.
Quiero referirme a la iglesia española, que es un claro ejemplo de esta multinacional global en la que se ha convertido. La Constitución española declara al Estado como aconfesional. Sin embargo, la iglesia es la única institución privada que se le menciona, y se usa como argumento al reconocimiento de la indiscutible mayoría católica del país.
Quiero referirme a la iglesia española, que es un claro ejemplo de esta multinacional global en la que se ha convertido. La Constitución española declara al Estado como aconfesional. Sin embargo, la iglesia es la única institución privada que se le menciona, y se usa como argumento al reconocimiento de la indiscutible mayoría católica del país.
¿Existe esa mayoría católica en
España?
Dos son los artículos donde aparece el papel de la
Iglesia, en los que se basa su negocio con el Estado, el artículo 16º y el 27º
y además la existencia de un Concordato Iglesia Estado, del tres de enero de
1979, que para muchos juristas es anticonstitucional.
Los apartados que hacen referencia a la Iglesia en la
Constitución deben de desaparecer, como así también el término aconfesional,
por otro que explicite con claridad el término laico.
La primera redacción que tuvo el artículo 16º de la
Constitución decía “se garantiza la libertad religiosa y de culto…..ninguna
confesión tendrá carácter estatal”. Sin embargo, la redacción final se le
añadió el apartado 16º 3 que está actualmente en vigor y dice: “los poderes
públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y
mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia católica
y las demás confesiones”.
Si esto no fuera suficiente, se la añadió el artículo
27º 3 que dice: “el derecho que asiste a los padres para que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias
convicciones”. Este apartado constitucional abre las puertas a la educación
privada concertada. Fue el sector más conservador de la iglesia que influyó en
los constituyentes para una redacción tan favorable para la iglesia española.
Fue Felipe González quien creó la educación privada concertada.
¿Qué supone en dinero al Estado está
relación privilegiada de la Iglesia española?
Aproximadamente unos 11.000 millones de euros anuales.
Esperanza Aguirre decía, que en los presupuestos había mucha grasa que quitar
(subvenciones), evidentemente el PP la quitó, pero a los sectores más
desfavorecidos, sobre todo a la atención de los más necesitados, a la
discapacidad, apoyo social, atención a parados y pobres, pero no se quitó ni un
solo euro a la iglesia, sino más bien se le fue aumentando anualmente.
A algunos, les habrá sorprendido el título, pero
preguntémonos seriamente ¿No es una multinacional la Iglesia?
Muchos me dirán que la iglesia presta un servicio al
Estado y en consecuencia un ahorro importante. Es cierto, pero el problema
radica en que prefiero y muchos como yo preferimos que estos servicios los
preste el Estado y no la Iglesia, precisamente por la carga ideológica que
conllevan, como veremos posteriormente. Veamos el desglose económico.
En educación reciben unos 4.600 millones de euros
anuales por conciertos y el pago de los 35.000 profesores de religión, a ello
hay que unir las cantidades importantes que los padres pagan por unas
actividades pagadas a precio de oro. El beneficio de la enseñanza privada en
España ronda los 500 millones de euros anuales, que como vemos, es un negocio
redondo.
La iglesia española no paga el IBI como sí hacemos
todos los demás españoles y suponen nada menos que unos 3.000 millones anuales.
Los tribunales de la Unión Europea ha valorado éste no pago del IBI eclesial,
al menos como irregular y fuera del derecho comunitario.
Hace cuarenta años que se planteó un apoyo
temporal a la iglesia desde los presupuestos del Estado a través de de la
recaudación del IRPF, con la casilla de apoyo a las organizaciones sociales, la
famosa X. Esta medida, que se hizo temporalmente para darle tiempo a su
autofinanciación, se está haciendo permanente de forma irresponsable tanto por
parte del Estado como de la Iglesia.
Fue con el socialista Felipe González, que se acordó
el 0,52% y posteriormente fue el socialista Zapatero en el año 2007 que no
canceló esta subvención. sino que la aumentó al 0.7% ¿Es curioso que sean
los dos presidentes socialistas los que apoyen estas subvenciones? ¿No se
declara el PSOE un partido laico?
La realidad es que a los partidos como a las personas
no se les debe valorar por lo que dicen, sino por lo que hacen, y los
socialistas españoles no son un modelo de coherencia. La Iglesia es la única
entidad privada, que recibe dinero directamente del IRPF y sin ningún tipo de
control por parte del Estado.
Esta subvención del IRPF le supone a la iglesia
española unos 250 millones de euros. ¿No creen que en cuarenta años ya
deberían haber tenido tiempo para autofinanciarse y no depender del Estado?
Los centros sanitarios de la iglesia reciben unos
3.200 millones de euros. Otro aspecto llamativo son los 500 millones de euros
para la conservación del patrimonio de la iglesia, que reciben del Estado. Me
parece bien que se mantenga y mejore nuestro rico legado artístico, mucho de él
bajo la propiedad de la iglesia. Para que esto tenga un equilibrio deberían
basarse estas aportaciones al legado artístico de la iglesia en base a
convenios donde hubiera una compensación entre el propietario y las entidades
públicas que lo financian. Veamos un ejemplo:
La concatedral de La Seo de Zaragoza, para mí una de
las joyas arquitectónicas del arte religioso, era un monumento en los años de
1970, un edificio decrépito, oscuro, sucio y nada visitable. Después de una
larguísima intervención arquitectónica en tiempo y dinero, ha quedado
rejuvenecida y siendo un ejemplo de monumento religioso, así como su magnífico
museo de tapices. Les recomiendo que visiten ambas que se sorprenderán. Para
entrar en dicho edificio, hay que pasar por taquilla para poderla ver. Sin
embargo, el dinero recaudado va exclusivamente para la Iglesia ¿Cómo es
posible esto cuando son los organismos públicos quien han corrido con los
gastos de la restauración?
¿Qué decir de las inmatriculaciones de edificios por
parte de la Iglesia española? Es uno de los mayores escándalos de la democracia
española, permitido y jaleado por el PP. El Papa nos habla de la iglesia de los
pobres, mientras que la Conferencia Episcopal española sigue dirigiendo la
multinacional Iglesia S.A de los ricos ¿Cómo podemos permitir esta
escandalosa doble moral? ¿Por qué el Papa calla y otorga?
Se calcula, que se recoge en el cepillo de las
iglesias donativos por otros 350 millones. Hemos de saber, que las cuentas de
la iglesia española son opacas y la Hacienda del Estado nunca ha analizado
éstas, siendo esto un continuo …
Debemos preguntarnos, que si Hacienda tiene la
obligación de controlarnos a todos los españoles para que paguemos los
impuestos ¿Por qué no se hace lo mismo como la iglesia española? ¿Por qué no
se controlan y fiscalizan los 11.000 millones de euros que recibe del Estado?
Otro aspecto que llama la atención es la presencia de
143 curas en las cárceles españolas, la de un arzobispo castrense con rango
militar, así como 83 curas en el ejército ¿No era España un Estado
aconfesional? ¿Cómo puede justificarse tal presencia de los curas?
Haré una segunda parte, especialmente dedicada a la
educación concertada para complementar esta parte.
Como conclusión debemos exigir un cambio en dos
aspectos fundamentales:
- La denuncia del actual Concordato entre Iglesia y Estado.
- Una reforma constitucional basada en el laicismo y en la separación total del Estado de todas las confesiones religiosas.
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