"La esencia requiere la existencia" esgrime el argumento ontológico. Juan de Mairena busca explicar este punto a sus alumnos:
"Permitid o, mejor, perdonad que os lo exponga brevemente. Y digo perdonad porque, en nuestro tiempo, se puede hablar de la esencia del queso manchego, pero nunca de Dios, sin que se nos tache de pedantes. “Dios es el ser insuperablemente perfecto –ens perfectissimun– a quien nada puede faltarle. Tiene, pues, que existir, porque si no existiera le faltaría una perfección: la existencia, para ser Dios. De modo que un Dios inexistente, digamos, mejor, no existente, para evitar equívocos, sería un Dios que no llega a ser Dios. Y esto no se le ocurre ni al que asó la manteca".
"Permitid o, mejor, perdonad que os lo exponga brevemente. Y digo perdonad porque, en nuestro tiempo, se puede hablar de la esencia del queso manchego, pero nunca de Dios, sin que se nos tache de pedantes. “Dios es el ser insuperablemente perfecto –ens perfectissimun– a quien nada puede faltarle. Tiene, pues, que existir, porque si no existiera le faltaría una perfección: la existencia, para ser Dios. De modo que un Dios inexistente, digamos, mejor, no existente, para evitar equívocos, sería un Dios que no llega a ser Dios. Y esto no se le ocurre ni al que asó la manteca".
- Antonio Machado / Juan de Mairena
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